domingo, 5 de julio de 2009

Recomiendo el libro: "Los Cuatro Acuerdos"

Les recomiendo mucho el libro ? Los Cuatro Acuerdos: Una Guía Practica para la Libertad Personal? un libro que hace poco leí y que me gusto mucho por sus consejos y la concientización que logra y los consejos son buenísimos desde mi punto de vista, si lograra uno llevarlos acabo diariamente seria algo muy interesante.

Aquí cito los Cuatro Acuerdos:

LOS CUATRO ACUERDOS


Sé impecable con tu palabra

Habla con integridad. Habla con la verdad. Evita usar tu palabra para ir en contra de ti mismo, ni para usarla en forma de chisme para ir en contra de otra gente. Usa el poder de tu palabra con la dirección hacia la verdad y el amor.

Nunca tomes nada personal

Nada de lo que hace otra gente es por ti. Lo que otros dicen o hacen es una proyección de su propia realidad, su propio sueño. Cuando estés inmune a las opiniones y acciones de los otros, no serás la victima del sufrimiento innecesario.

No hagas suposiciones

Encuentra el valor para hacer preguntas y expresarlo que realmente deseas. Comunícate con otros claramente para evitar malos entendidos, sufrimiento y drama emocional. Simplemente con este acuerdo, puedes completamente cambiar tu vida.

Siempre haz lo mejor que puedes

Lo mejor que puedes siempre va a cambiar de momento a momento; va a ser diferente cuando estés saludable a cuando estés enfermo. Bajo cualquier circunstancia, simplemente haz lo mejor que puedas y evitaras tu auto-juicio, el abuso de ti mismo, y el arrepentimiento.


En realidad encuentro muy interesante y útil este libro y los consejos que en el se encuentran, si lográramos, insisto vivir con estos acuerdos, cosa que lleva mucho tiempo y esfuerzo, la vida de cada uno de nosotros seria mucho mejor, como dice el libro, mas libre.

¿Podemos hacer un sol en la Tierra?






Todos podemos hacer más.


Tomado del libro Memories and Studies” de William James.

A todos nos ha sucedido que al comenzar una actividad, bien sea intelectual o física, nos sintamos desganados o enmohecidos, mas al cabo de cierto tiempo nos entusiasmemos con lo que estamos haciendo. Resulta particularmente sorprendente analizar las causas de ese entusiasmo, sobre todo en el fenómeno conocido como el “segundo aliento”.

Generalmente, tan pronto como nos tropezamos con el primer síntoma de fatiga, abandonamos la tarea. Decimos que ya hemos andado, jugado o trabajado “bastante”, y en consecuencia, desistimos de continuar. Pero si una necesidad extraordinaria nos obliga a seguir adelante, ocurre algo inesperado: la fatiga va en aumento hasta cierto punto, y después desaparece gradual o repentinamente, y nos sentimos con más energías que antes.

Esto quiere, evidentemente, que hemos comenzado a extraer energía de un nuevo filón. En este fenómeno puede haber una veta tras otra, es decir, una tercera y cuarta fuente de bríos. Hallamos caudales de fuerza que jamás habíamos soñado que poseíamos, reservas de energía no aprovechadas normalmente porque habitualmente nunca tratamos de vencer el fenómeno de la fatiga.

La mayoría de nosotros podemos fácilmente acostumbrarnos a desarrollar mucha más actividad en la vida. Bien sabemos que algunos días contamos con energías latentes que no reclaman las actividades de la jornada. En comparación con lo que podríamos ser, estamos apenas medio despiertos. Nuestras ascuas internas están húmedas, el tiro de la chimenea está obstruido. Estamos utilizando sólo una pequeña parte de los recursos mentales y físicos de que disponemos.

Solo el individuo muy excepcional los aprovecha hasta el límite. ¿Cómo se evade este hombre superior del habito de que somos presa todos los demás, de la costumbre de rendir menos de lo que podríamos? La respuesta es sencilla, algún estimulo inusitado excita su animo, o una urgente necesidad le induce a hacer un esfuerzo extraordinario de voluntad.

Una nueva misión de responsabilidad, por ejemplo, revelará que el hombre es mucho más fuerte de lo que se pensaba. La mujer que cuida abnegadamente a su esposo o a su hijo enfermo es prueba de esto; y ¿ donde pueden encontrarse mejores ejemplos de resistencia prolongada que en esos miles de hogares donde la madre sostiene la continuidad de la vida familiar pensando en todo y haciendo todo el trabajo, cosiendo, ahorrando, fregando y ayudando a sus vecinos?. Si de vez en cuando se queja. . ¿ Quién se atreverá a recriminarla?

La desesperación que abate a la mayoría de las personas, despierta completamente a otras. De todo asedio, o naufragio, o expedición polar, surge siempre algún héroe que sostiene el animo de sus compañeros. Después de una terrible explosión de una mina de carbón en Francia, se recobraron 200 cadáveres. A los 20 días de haber comenzado la excavación, los trabajadores dedicados al salvamento oyeron una voz. El primer hombre rescatado gritó: “¡Me voici!”. Era un minero que entre las tinieblas había asumido la dirección de los otros trece, les había impuesto disciplina, había sostenido su animo y los había sacado del desastre con vida.

Tales hechos demuestran como puede nuestro organismo cumplir su misión fisiológica en circunstancias angustiosas; pero la facultad que normalmente halla filones de energía más y más profundos es la voluntad. La dificultad consiste en utilizarla, en realizar el esfuerzo que el concepto implica.

Un solo esfuerzo aislado de volición moral, como decir no ante una tentación habitual, o realizar algún acto de valor, elevará al hombre a un plano de energía más alto durante días o semanas, y le proporcionará un radio de acción nuevo, más amplio.

“ Mientras destapaba una botella de whisky, que había llevado a mi casa para embriagarme”, me dijo una vez un hombre, “sentí el repentino impulso de correr al patio y estrellarla contra el piso. Después de hacerlo sentí tal sensación de bienestar y elevación de animo, que durante dos meses no sentí la tentación de probar ni una gota de alcohol.”

Nuestro régimen de energías es igual a nuestro régimen alimenticio. Los fisiólogos dicen que una persona posee “equilibrio metabólico”, cuando un día tras otro ni aumenta ni baja de peso. Precisamente del mismo modo, uno puede mantenerse en “equilibrio de eficiencia” con cantidades de trabajo asombrosamente diferentes, ya sea intelectual o moral, físico o espiritual.

Naturalmente, todo tiene un límite: un árbol no puede crecer hasta el cielo: pero es indudable que el hombre que aproveche sus energías hasta el limite, podrá en la mayoría de los casos mantener su paso día tras día sin sufrir reacción perjudicial , siempre que se mantenga en buenas condiciones higiénicas. Un ritmo más acelerado de utilización de la energía no lo destruirá, porque el organismo se adapta. A medida que aumenta el desgaste, aumenta la capacidad de recuperación.

Es evidente que nuestro organismo tiene almacenadas reservas de energía a las que ordinariamente no recurrimos, vetas mas hondas de material aprovechable, a disposición de cualquiera que llegue a esa profundidad en su búsqueda. El ser humano vive generalmente muy dentro de sus límites.

En términos generales podríamos decir, que el hombre que utiliza sus energías por debajo de su máximo normal, deja de beneficiarse del goce de la vida en la misma proporción.

Cómo tener éxito en las relaciones personales

En cualquier área en que nos desempeñemos debemos tratar con gente, y de nuestra habilidad para relacionarnos armoniosamente y de influir sobre las personas depende nuestro éxito profesional. En este Website les presento algunos tips tomados del libro Como Ganar Amigos E Influir Sobre Las Personas de Dale Carnagie que pueden ser de gran utilidad para ustedes.

Doce maneras de hacer que los demás piensen como usted.


1.-No es posible ganar una discusión. Hagamos lo posible por evitarla. Recordemos lo que decía Abraham Lincoln: "No debe perder tiempo en discusiones personales el hombre que está resuelto a ser lo más que pueda. Y menos todavía debe exponerse a las consecuencias, incluso la ruina de su carácter y la pérdida de su serenidad. Ceded en las cosas grandes sobre las cuales no podéis exhibir más que derechos iguales: y ceded en las más pequeñas aunque os sean claramente propias. Mejor es dar paso a un perro que ser mordido por él al disputarle ese derecho. Ni aún el matar el perro curaría de la mordedura. "


2.-Demuestre respeto por las opiniones ajenas. Jamás diga al prójimo que se equivoca. Tenga tacto al enfrentar una opinión contraria.


3.-Si se equivoca usted, admítalo rápidamente y con entusiasmo. Recordemos el viejo proverbio: " Peleando no se consigue jamás lo suficiente, pero cediendo se consigue más de lo que se espera".


4.-Comience en forma amistosa. " Una gota de miel caza más moscas que un galón de hiel".
Consiga que la otra persona diga "sí, sí" inmediatamente.

5.- Haga preguntas de manera que la primera respuesta de su interlocutor sea sí. Luego será más fácil convencerlo en lo sucesivo.


6.-Deje que su interlocutor sea quien hable más.


7.-Deje que la otra persona crea que la idea es suya. Haga esto a pesar de que sea su idea.


8.-Trate honradamente de ver las cosas desde el punto de vista ajeno.


9.-Muestre simpatía por las ideas y deseos del prójimo. Recuerde: La especie humana ansía universalmente la simpatía.


10.-Apele a los motivos más nobles. Una de las maneras más eficaces de convencer a alguien es darle una razón que parezca noble, todos, hasta los criminales, pensamos en el fondo que hacemos las cosas por una razón justa.


11.-Dramatice sus ideas. Si quiere convencer a alguien no le diga, por ejemplo, que su producto es diez dólares más barato, diga que con lo que se va a ahorrar puede comprar un automóvil en 10 meses.


12.-Lance un desafío. Los seres humanos somos competitivos, si quiere lograr que las que lo rodean sean más eficientes haga que compitan de manera honesta.

Seis maneras de agradar a la gente:
1.Interésese auténticamente en las demás personas. El individuo que no se interesa por sus semejantes es quien tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás. De estos individuos surgen todos los fracasos humanos.

2.Sonría. El lenguaje corporal es tan importante o más como el oral, inconscientemente los demás nos juzgan por nuestra expresión facial, y una sonrisa les hace sentir que les agradamos.

3.Llame a la gente por su nombre. Su propio nombre es el sonido más dulce que una persona puede escuchar.

4.Sea buen oyente, aliente a los demás a hablar de sí mismos. Los buenos conversadores lo son por lo que escuchan.

5.Hable siempre de lo que interesa al prójimo.

6.Haga que la otra persona se sienta importante y hágalo sinceramente. Es un anhelo presente en todos los seres humanos.

Nueve maneras de cambiar a los demás sin ofenderlos ni despertar resentimientos.

1.Comience con elogios y una honrada apreciación de las buenas cualidades del prójimo. Antes de criticar trate de ver las cualidades de su interlocutor.

2.Llame indirectamente la atención sobre los errores de los demás.

3.Hable primero de sus propios errores.

4.Haga preguntas en lugar de dar órdenes. Indique lo que debe hacerse de manera suave, con expresiones como ¿No le parece que debe hacerse esto o lo otro?.

5.Deje que el prójimo salve su prestigio. Cuando alguien se equivoca, por lo general tiene suficiente castigos con su propia indignación, no debemos agravar su situación con nuestra crítica.

6.Elogie hasta el menor progreso y elogie todos los progresos. Sea "caluroso en su aprobación y abundante en el elogio".

7.Atribuya al prójimo una buena reputación que deba justificar. Recuerde que "Si tiene uno que tratar con un delincuente, sólo hay un medio de obtener lo mejor de él, tratarle como si fuera un honorable caballero. De por sentado que es así. Se sentirá tan adulado por ese tratamiento que quizá trate de merecerlo, y quizá se enorgullezca de que alguien confíe en él.

8.Procure que los demás se complazcan en hacer lo que usted quiere corregir parezcan fáciles de corregir; procure que parezca fácil de hacer lo que usted quiere que haga el prójimo.

9.Procure que los demás se sientan felices de hacer lo que usted sugiere.