viernes, 29 de mayo de 2009

Los 10 Elementos

Los hallazgos que realiza la ciencia nos ayudan a vivir mejor. Los investigadores llevan por lo menos 70 años estudiando a la gente feliz y a la que no lo es, y por fin creen haber identificado los factores que determinan esta condición. Aquí presentamos los 10 principales de su estudio. Por cierto, los especialistas atribuyen a los genes un 50 por ciento del temperamento -punto en el que yo no concuerdo-, y los demás factores conforman el resto.


Los 10 elementos de la felicidad

  1. Riqueza
  2. Ambición
  3. Inteligencia
  4. Genética
  5. Belleza
  6. Amistad
  7. Matrimonio
  8. Caridad
  9. Edad
Sigue leyendo para ver cáda uno en detalle:

1-Riqueza

El dinero contribuye a la felicidad hasta cierto punto, pero cuando uno cuenta con casa, vestido y sustento va perdiendo importancia. Los científicos han observado que, en general, la gente más rica es más feliz; sin embargo, la relación entre dinero y felicidad es compleja. En los últimos 50 años, el ingreso promedio aumentó mucho en los países industrializados, no así los niveles de felicidad. Al parecer, una vez satisfechas las necesidades básicas, él dinero proporciona más dicha sólo si uno tiene más que los amigos, los vecinos y los colegas.

“El dinero compra estatus, y éste hace que la gente se sienta mejor”, dice Andrew Oswald, economista de la Universidad de Warwick, en Coventry, Inglaterra. Esto explica por qué algunas personas que buscan estatus en otra forma (científicos y actores, por ejemplo) aceptan de buena gana empleos no muy bien pagados.

2- Ambición

¿Cuántas cosas necesita uno tener para ser feliz? En los años 80, el profesor canadiense Alex Michalos pidió a 18,000 estudiantes universitarios de 39 países que midieran su felicidad en una escala numérica e indicaran cuán cerca estaban de poseer todo lo que querían. Aquellos cuyas aspiraciones - no sólo de dinero, sino de amigos, familia, trabajo, salud, etc.- superaban por mucho lo que ya tenían, tendián a ser menos felices que los que percibían una diferencia menor. El tamaño de la brecha resultó ser un indicador de felicidad unas cinco veces mejor que el monto de los ingresos.

Este quizá explique por qué mucha gente no se siente más feliz a medida que va aumentando el sueldo. En vez de satisfacer nuestro deseos, muchos simplemente deseamos más. En encuentas realizadas en Estados Unidos por la empresa Roper en los últimos 20 años, se pidió a los participantes hacer una lista de los bienes materiales que consideraban importantes para tener “una buena vida”. Los investigadores descubrieron que cuanto más tenía la gente, más larga era la lista. Al parecer, “la buena vida” se mantenía siempre fuera de su alcance.

3- La inteligencia

Aunque se han hecho pocos estudios para averiguar si la gente más lista es más feliz, todo indica que la inteligencia no influye en la dicha.

Esto sorprende a primera vista, ya que las personas sesudas suelen ganar más y los ricos tienden a ser más felices.

Algunos investigadores creen que como los inteligentes tienen expectativas más altas, suelen trazarse metas muy ambiciosas. “Al parecer, sacar una puntuación alta en una prueba de inteligencia -lo que implica tener un vocabulario amplio y agilidad mental- no tiene mucho que ver con la capacidad para llevarse bien con los demás”, dice de Diener, psicólogo de la Universidad de Illinois, en UrbanaChampaign, quien considera que la “inteligencia social” podría ser la clave de la verdadera felicidad.

4- Genética

¿Es innata la felicidad? David Lykken, genetista conductural y profesor de psicología de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis, cree que la mitad de nuestra sensación de bienestar depende de lo que estamos viviendo en determinado momento, y la otra mitad de un nivel fijo de felicidad que está determinado genéticamente hasta en un 90 por ciento y al que volvemos después de vivir sucesos dramáticos. “Aunque nuestro nivel fijo de felicidad esté determinado en gran parte por los genes”, explica Lykken, “depende de nuestro buen juicio y preparación -o de los de nuestros padres- que se traduzca en alegría o en insatisfacción”.

Lykken descubrió que la variación genética representa entre 44 y 55 por ciento de la diferencia entre niveles de felicidad. Ni el ingreso, ni el estado civil, ni la fe, ni la educación representan más de un tres por ciento.

Así pues, de uno depende el situarse por encimo o por debajo del nivel fijo de la felicidad. Diversos estudios han demostrado que los extrovertidos tienden a ser más felices que la mayoría de la gente, y mucho más que los introvertidos. También hay pruebas de que el buen humor nos hace más sociables. Michael Cunningham, de la Universidad de Louisville, en Kentucky, comprobó que la gente se vuelve más parlanchina y accesible luego de ver una película alegre que si ve una triste. En teoría, incluso alguien que tenga un nivel fijo de felicidad bajo puede mejorar su percepción de la vida.

5- La belleza

El rumor es cierto: la gente bella es más feliz. Cuando de Diener pidió a unas personas que evaluaran su propio aspecto físico, observó un “efecto leve pero positivo del atractivo físico en el bienestar subjetivo”.

La explicación quizá sea que la vida es más benévola con los guapos. O tal vez se trate de algo más sutil. Los rostros más atractivos son muy siméticos, y hay pruebas de que la simetría es señal de buenos genes y un sistema inmunitario saludable. Entonces, la gente hermosa quizá sea más feliz porque es más sana.

Usted puede aprovechar el efecto benéfico que la belleza le da a su ego aunque no tenga un físico enviadiable; sólo tiene que estar convencido de que luce de maravilla.

6- Amistad

Es difícil imaginar una existencia más dura que vivir en las calles de Calcuta, en uno de sus barrios bajos o ejercer allí la prostitución. Pero, a pesar de la miseria, la gente que vive en esas condiciones es más feliz de lo que uno creería.

Diener entrevistó a 83 personas de esos tres grupos y midió su satisfacción con la vida usando una escala en la que un 2 indicaba grado neutro. El promedio general fue de 1.93, no muy alto, pero significativo si se compara con el que obtuvo un grupo testigo de estudiantes de clase media, que fue de 2.43. De los tres grupos los habitantes de los barrios bajos eran los más felices, con un promedio de 2.23, similar al de los estudiantes.

“Creemos que, en parte, la explicación son las relaciones sociales”, dice Diener. Los tres grupos del estudio dijeron estar muy satisfechos en aspectos como la familia (2.5) y los amigos (2.4). Dada la importancia que tiene la familia extendida en la cultura de la India, la satisfacción de los habitantes de los barrios bajos al parecer se deriva de que están en condiciones de sacar provecho del apoyo social.

7- Matrimonio

Según una revisión de informes de 42 países llevada a cabo por unos investigadores estadounidenses, las personas casadas suelen ser más felices que las solteras. La diferencia es pequeña, pero plantea una duda interesante: ¿el matrimonio lo hace a uno feliz, o simplemente la gente feliz tiene mayor disposición a casarse?

Las dos cosas pueden ser ciertas. En un estudio de 15 años realizado con más de 30,000 alemanes, Diener y sus colegas observaron que la gente feliz tendía más a casarse y a permanecer casada. Sin embargo, cualquiera puede mejorar su estado de ánimo casándose. El efecto comienza alrededor de un año antes de la boda y dura cuando menos otro año. En el caso de muchas personas, su grado de satisfacción vuelve entonces al nivel original, pero al decir de los investigadores, esto no significa que un buen matrimonio no pueda tener un efecto positivo permanente. Asimismo, la gente que al principio es menos feliz suele sentirse más animada con el matrimonio.

Los estudios indican que la unión libre no brinda los mismos beneficios. “Sospecho que a las parejas que viven en unión libre les falta la seguridad que da el acta matrimonial, y por eso no se sienten tan felices”, dice Andrew Oswald, “Sabemos, por todos los datos con que contamos, que la inseguridad es niciva para los seres humanos“.

8-

De las docenas de estudios que se han realizado sobre religión y felicidad, la gran mayoría han encontrado una relación positiva entre ambas.

Creer en que existe una vida después de la muerte le da sentido y consuelo a muchas personas, además de paliar el sentimiento de estar solas en el mundo, sobre todo al envejecer, explica Harold Koenig, del Centro Médico de la Universidad Duke. “Esto se hace patente en situaciones difíciles. Las creencias religiosas o espirituales pueden ser un arma muy poderosa para enfrentar la adversidad”.

Además, la religión fomenta la interacción y el apoyo sociales. Sin embargo, Koenig considera que no se trata sólo de recibir. “Los estudios muestran que quienes ayudan a los demás se sienten bien consigo mismos, e incluso viven más”, dice. Esto, afirman los investigadores, hace que la práctica religiosa sea una fuente de mayor satisfacción que otras actividades sociales.

9- Caridad

Diversos estudios han encontrado una relación entre la felicidad y el altruismo, pero como ocurre con muchos otros rasgos de conducta, no se sabe con certeza si ser caritativos nos hace sentir bien, o si la gente feliz tiende a ser más generosa.

James Konow, economista de la Universidad Loyola Marymount, en Los Ángeles, trató de determinar la causa y el efecto con un experimento. Pidió a unos estudiantes que contestaran un cuestionario, y hacia el final de la sesión les dio 10 dólares a la mitad y les dijo que podían compartirlos con los que no habían recibido nada. Konow observó que cuanto más felices eran los estudiantes en general, más tendían a compartir el dinero. Sin embargo, haber estado de buen humor el día de la prueba no los hizo más generosos, y los que compartieron el dinero no mostraron un aumento inmediato de felicidad. De hecho, al final estaban un poco menos contentos.

Con todo, los que compartieron el dinero tendían a presentar los rasgos de personalidad de quienes buscan realizarse plenamente; es decir, ser mejores como individuos. Konow cree que un acto aislado de generosidad no aumenta la felicidad de las personas, pero sí los efectos acumulativos de ser generoso.

10- Edad

La vejez quizá no sea tan mala. “Con todos los problemas que acarrea el envejecimiento, ¿cómo es posible que la gente mayor se sienta feliz?”, pregunta Laura Carstensen, profesora de psicología de la Universidad Stanford, en California.

En un estudio, la psicóloga les dio radiolocalizadores a 184 personas de entre 19 y 94 años, y se comunicó con ellas cinco veces al día durante una semana; en cada ocasión les pidió que llenaran un cuestionario sobre sus emociones. Los mayores informaron de emociones positivas casi tanto como los jóvenes, pero menos emociones negativas.

¿Por qué los viejos son más felices?. Algunos científicos creen que es porque esperan que la vida sea más dura y aprenden a sobrellevarla, o porque son más realistas y sólo se trazan metas que están a su alcance. Pero Carstensen cree que, conforme se le va agotando el tiempo, la gente mayor aprende a concentrarse en lo que la hace feliz y a soslayar lo que no.

“No sólo se dan cuenta de lo que tienen, sino de que no es eterno”, dice. “Cuando se tienen 85 años, por ejemplo, despedir con un beso al esposo puede generar una respuesta emocional mucho más compleja que el mismo beso a los 20 años”.

Escoge tus pensamientos

Siddhartha Gautama, mejor conocido como el Buddha, que en sánscrito quiere decir “El Iluminado” nos enseña que la clave de todo comienza con nuestro pensamiento.

Él nos dice, “Sé muy conciente de tus pensamientos porque de tus pensamientos nacen tu palabras. Sé muy conciente de tus palabras porque de tus palabras nacen tus hechos. Sé muy conciente de tu hechos porque de ahí nacen tu hábitos. Y, sé muy conciente de tus hábitos porque de tus hábitos nacerá tu destino.”

Si no hemos escogido nuestra comida favorita, ¿será posible que hayamos escogido nuestros pensamientos? Y si no hemos escogido nuestros pensamientos, ¿habremos escogido nuestro destino?

Es por esto que me atrevo a asumir, que quizás no hayas creado conscientemente la vida en que vives; pero te aseguro, que una vez que estés conciente de este hecho, en adelante podrás dirigir tu mente y entonces crearás un destino que eventualmente te llevará a construir un monumento de tu vida. Y ésta, es la clave de la vida.

En un momento de nuestras vidas, nos olvidamos del deseo de la dirección que queremos que nuestra vida tenga y nos resignamos. A veces nos sentimos atrapados por las fuerzas de la naturaleza, relaciones, familia, hijos, etc. y sentimos que no tenemos control de nuestro propio destino. Nos olvidamos quienes somos y de qué es lo que en realidad nos hace felices. Le damos ese poder a otros, y luego cuando no somos felices le echamos la culpa a otros.

La gran realidad es que nadie nos puede hacer feliz sino es que primero escogemos abrirnos a esa posibilidad. La felicidad esta dentro de cada uno de nosotros. Nadie nos puede hacer feliz. Tenemos que escoger poner nuestra felicidad sobre todo lo demás porque muchas veces las cosas no son tan importantes como pensamos y no vale la pena escoger que todo sea como queremos sobre nuestra propia felicidad. Acaso no es esto último lo más importante?

Si, ya se, estás pensando que no es tan fácil. Que es complicado, pero solo al grado que lo permitas! Creo que la mayoría del tiempo ponemos las cosas mas complicadas de lo que son, porque es mejor -más fácil- tener una excusa para no ser feliz…

Es verdad, hay algunas personas que no quieren ser felices, pero no lo admiten. Se mienten y mienten a todo el mundo porque no saben lo que quieren en la vida, que tipo de relación quieren, o viven en el pasado.

Se que todo el mundo tiene una historia y muchas veces nuestras vidas son productos de eso, pero no hay porque repetir un ciclo cuando tienes la opción de ser feliz.

Entonces ¿Por que lo hacemos?

Porque es mejor escoger lo conocido que quedarte con la duda o sentir el temor de no saber lo que pueda pasar sea miseria o felicidad.

Una de las grandes verdades de la vida es que ser felices esta en las decisiones que tomamos todos los días de nuestras vidas. Solo siendo feliz podrás ser verdaderamente rico.

¿Que prefieres? ¿Estar seguro, o ser feliz?

Tu Vida es Ahora

Tu vida existe en el tiempo. Tu vida es ahora.
Tu vida es mente-materia. Tu vida es verdadera.
Encontrar la “puerta estrecha a donde conduce la vida.” Se llama ahora. Hacer que tu vida sea sólo este momento. Tu vida puede estar llena de problemas - a la mayoría nos pasa- pero resuelve descubrir si tienes cualquier problema en este momento. No mañana o en diez minutos, sino ahora. ¿Ahora tienes un problema?
Cuando estás lleno de problemas, no hay sitio para que entre nada más, no hay siquiera sitio para una solución. Siempre que puedas, haz un cierto sitio, crea un cierto espacio, de modo que encuentres la vida por debajo de la situación de la vida.
Utiliza tus sentidos completamente. Eres donde estás. Mira alrededor. La mirada justa, no interpretes. Ve la luz, las formas, colores, texturas. Permanece enterado de la presencia silenciosa de cada cosa. Permanece al tanto del espacio que permite que todo sea. Escuchar los sonidos; no los juzgues. Escucha el silencio por debajo de los sonidos. Toca algo - cualquier cosa - y siente y reconoce tu ser. Observa el ritmo de tu respiración; siente el aire fluyendo hacia adentro y hacia fuera, siente la energía de la vida dentro de tu cuerpo. Permite que todo sea, dentro y fuera.

Te estás yendo detrás del mundo de amortiguamiento de la abstracción mental, del tiempo. Estás saliendo de la mente insana que te está drenando de la energía de la vida, a la vez que está lentamente envenenando y destruyendo la tierra. Estás despertando del sueño del tiempo y hacia el presente.

En última instancia, esto no se trata de solucionar tus problemas. Se trata darte cuenta de que no hay problemas. Solamente situaciones. Los problemas que viven en la mente no pueden sobrevivir en la actualidad del ahora.
¿Para qué necesitas los problemas? La mente inconscientemente ama problemas porque ellos te dan una identidad. Esto es normal, pero a la vez no es sano. El “problema” significa que estás viviendo en una situación mentalmente sin que allí haya una intención o una posibilidad verdadera de tomar acción. Te vuelves tan abrumado por tu situación de la vida que pierdes tu sentido mayor de la vida, tu sentido de ser ¿Estás llevando en tu mente la carga insana de cientos cosas que tienes que hacer en el futuro en vez de centrar tu atención en la cosa que puedes hacer ahora?
Cuando creas un problema, creas dolor. Toda lo que requiere es una opción simple, un simple decisión: no importa qué suceda, “no me crearé más dolor”. No crearé más problemas. Aunque es una opción simple, es también radical. No
tomes esa opción a menos que estés harto del sufrimiento, a menos que ya hayas tenido bastante. Pero no podrás tomar esta desición a menos que tengas acceso a la energía del Ahora. Si no creas más dolor para tí, entonces no crearás más de dolor para otros. También dejarás de contaminar la tierra hermosa, tu espacio interno, y la psique humana colectiva con la negatividad de de la fabricación de problemas.


El Nuevo Pensamiento


1- Este es el presente. Pasado y futuro existen sólo en la mente.

2- Aprecio y acepto a todas las cosas y seres que se a acercan a mí.

3- Atravieso un camino de aprendizaje, tal vez largo, pero siento y veo que mi carruaje se mueve.

4- No soy víctima de nada ni nadie; estoy aquí para mi y para los demás.

5- Estoy a gusto con mi vida. Puede no ser como una película, pero es la mía y tiene su sabor propio. Soy único/a y eso me hace sentir increíblemente especial.

6- No me preocupo de más; no insisto con problemas imaginarios. Lidio con aquello que me precisa con gracia y buen humor, y las cosas me salen tal como lo espero.

7- Cada día disfruto más de aprender. Me gusta sentir que sé poco y que el mundo me está hablando de las cosas más simples de nuevo, ahora que quiero escuchar.

8- Evito conscientemente y con una mentalidad cada vez más amplia no dañar.

9- Mi cuerpo se transforma poco a poco en un templo bellisimo.

Tal vez el camino más duro, el que nos da mayor dificultad y aquel al que nos resistimos más, es el camino hacia renunciar a las ideas preconcebidas que tenemos sobre nuestra propia identidad.

Tenemos un nombre…nuestro nombre —- TU nombre!

Imagínate cuánto lugar, cuanto peso, tiene en tu mente esa palabra, ese nombre por el que te han llamado toda tu vida, y que para tú yo más profundo es en definitiva lo que “eres tú”.

Pero claro, si te detienes a pensarlo un momento, un muy breve instante, te darás cuenta de que tu nombre no eres tú. Tu nombre es una combinación de letras práctiamente azarosa en un idioma muy específico, un idioma humano que, como tal, tiende y ha tendido siempre a desconectarte de la corriente universal, pues te ha dotado de la identidad comunitaria, y te ha determinado como un miembro X.

Entonces, atrevámonos a tocar la verdad con la yema de los dedos: ¿Podrías ser tu mismo/a sin tu nombre?

Piensa en tí mismo/a por un momento, y luego añade a esa imagen tu nombre (esa palabra que te han asignado como denominación, el condicionante tan perverso que la sociedad usa para “atar” y dominar) … contempla tu propia persona por un lado, y tu nombre por el otro… y dime:

*¿Son una misma cosa?
*¿La conexión entre ambos es natural?
*¿En qué medida la palabra ocasiona una distorsión en la percepción de tí mismo/a?

El viaje hacia el desprendimiento de la identidad falsa -la identidad que fue creada con el propósito de servir a una maquinaria que nada tiene que ver con nuestra libertad y felicidad- es un viaje nada sencillo y lleno de oscuridades y dudas. Pero si has hecho este ejercicio, y has logrado ver la infinita artificialidad que existe en el concepto de un nombre, y has logrado sentir cuán poco tiene que ver en realidad tu nombre lo que en realidad eres, habrás comenzado a cortar las gruesas cadenas invisibles.

Y afortunadamente, cada vez contamos con más y mejores herramientas para hacerlo. No dejes de entrenarte para tu verdadera libertad, que está comenzando a asomarse.

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¿Qué es EFT?

EFT es la sigla en inglés para Emotional Freedom Techniques, o Técnicas de Liberación Emocional.
Hoy sabemos por la ciencia lo que todas las culturas antiguas de la humanidad han sabido siempre: el ser humano es una entidad esencialmente energética. Teniendo en cuenta esto, nuestra salud y bienestar dependen de que nuestra energía circule libre y armónicamente.
Gary Craig, el creador de esta técnica, propone que

“la causa de todas las emociones negativas es una interrupción en el sistema de energía del cuerpo"
.

Cuando estos bloqueos permanecen en nuestro sistema energético el tiempo suficiente, las emociones negativas (como enojo, culpa, temor, etc.) producen enfermedades físicas y psicológicas.
La técnica de EFT consiste en la simple aplicación de suaves golpecitos dados con los dedos sobre puntos específicos de nuestro sistema energético (también usados por la acupuntura) con los cuales se corrigen las interrupciones o bloqueos que puedan existir en él. La sesión lleva menos de 5 minutos y es sorprendentemente efectiva, produciendo en muchos casos alivio inmediato, incluso donde otros tratamientos no han dado resultado.
En este sentido se produce una verdadera liberación emocional que se expresa en mayor plenitud de nuestra salud física, equilibrio y serenidad emocional y mejora del rendimiento personal en nuestras actividades cotidianas.

En síntesis, EFT es una técnica simple, directa y eficaz de corregir interrupciones o interferencias de nuestro sistema energético, produciendo como resultado inmediato alivio, serenidad y bienestar.

Se Demuestra la existencia del Espiritu