lunes, 6 de julio de 2009

astrología - los elementos

El hecho de que los signos astrológicos están asociados con ciertas constelaciones, provocó mucha confusión entre los astrólogos y los no astrólogos. Básicamente, nuestro Zodíaco y los signos son tan sólo una medida circular, una escala de 360 grados.

Cada una de las doce secciones de esta medida circular tiene ciertas características, basadas en las cualidades asociadas con los elementos.

La tradición considera que el Universo entero está compuesto de los elementos: fuego, tierra, aire y agua. Cuando aplicamos este sistema a las personalidades, los elementos representan ciertos rasgos básicos y otorgan un cierto "temperamento". Esto varía de acuerdo al énfasis de los elementos en el horóscopo. Cualquier emplazamiento de planetas o puntos personales en un signo constituye un énfasis.

Los cuatro elementos pueden considerarse como cuatro principios básicos de la vida. Estos pueden aplicarse a todo tipo de cosas a través de los principios de similitud y analogía.

C.G. Jung, abrió la puerta a una moderna comprensión de estas categorías, desarrollando un sistema de tipo, en el cual los elementos corresponden a cuatro funciones básicas de la psique.

El énfasis o falta de énfasis de los elementos en el horóscopo individual, revela aspectos fundamentales de la personalidad.

Fuego:

El elemento fuego nos trae la fuerza, la valentía, el coraje y la pasión por la vida. Es la energía en acción que nos motiva a levantarnos cada mañana y comenzar a trabajar. El fuego interior nos impulsa a buscar nuevos caminos, a enfrentar nuevos retos y correr riesgos.

Cuando trabajamos con el fuego nos sentimos vigorosos, entusiastas, optimistas y creativos. La danza activa al elemento fuego, nos conecta con la alegría de vivir y con la fuerza interna. El fuego puede convertirse en una experiencia avallasadora, arrebatada y desenfrenada.

La naturaleza inesperada del fuego nos impulsa a guiarnos por nuestros instintos, actuar sin pensar y lanzarnos a la aventura sin medir las consecuencias.

Cuando despertamos a los seres elementales del fuego en nuestro interior, estamos creando un fuego sagrado que nos calienta, reconforta y reanima a continuar la jornada cuando estemos exhaustos. El fuego interior se convertirá en una antorcha que nos guía y nos llena de valor y coraje cuando nos sentimos temerosos y confundidos. Las personas con un fuerte énfasis de fuego, son espontáneas e impulsivas, aplican su energía con todo su corazón. Su repuesta emocional es rápida y tienen una imaginación vivaz.

Signos de Fuego: Aries, Leo y Sagitario.

Tierra:

Éste es el último y el primer elemento en el círculo de la energía. De la tierra provenimos y a ella debemos regresar. Es el elemento de la nutrición, de la seguridad, la protección, la estabilidad y la disciplina.

Trabajar con la tierra, implica tener paciencia para esperar tranquilamente el momento en el que las cosas surjan. Los bosques, las selvas, las playas o los desiertos no se formaron en un día; el crecimiento requiere tiempo, constancia y perseverancia.

Cuando despertamos a los seres elementales de la tierra en nuestro interior, estamos creando un espacio fértil, pacífico, seguro y nutritivo para nuestra alma.

Es un oasis en medio de la confusión, la rapidez y las exigencias de la vida actual; un lugar al cual poder acudir cada vez que necesitemos un poco de seguridad, alimento y estabilidad. Las personas de Tierra, reaccionan lenta y tranquilamente. Su dedicación es constante y perseverante. Emocionalmente, están profundamente enraizadas y son lentas ante los cambios.


Signos de Tierra: Tauro, Virgo y Capricornio.

Aire:

El elemento aire es el encargado del pensamiento y la palabra; nos inspira y aconseja y agudiza nuestra mente. Los grandes descubrimientos, los inventos y las creaciones musicales, fueron inspirados por el elemento aire.

Su vehículo son los vientos, las fragancias y las notas musicales. Evocan en nosotros recuerdos ancestrales y nos llevan a encontrar nuevas realidades. Todo cuanto existe tuvo que ser pensado primero para cobrar vida posteriormente en el plano físico.

El aire es el elemento de las ideas, la elocuencia, el movimiento dirigido hacia metas claras, la comunicación verbal y escrita. Cuando despertamos a los seres elementales del aire en nuestro interior, estamos creando un espacio para escuchar y ser escuchados; es el eco de la cima de una montaña que nos revitaliza y nos inspira con su aire freso.

Trabajar con el elemento aire nos permite aclarar nuestros pensamientos, dejar fluir las ideas y soñar despiertos. Las personas de Aire son rápidas y animadas. Aplican su energía de maneras muy diversas. Tienden a intelectualizar sus sentimientos y expectativas.

Signos de Aire: Géminis, Libra, Acuario.

Agua:

Es el elemento de los sentimientos, las emociones, el Amor, los sueños, el inconsciente y el poder de la intuición.

Nos habla del corazón mismo del ser humano; de los deseos y temores ocultos en el fondo del lago. Trabajar con el agua es atreverse a sumergirse y descubrir lo que hay en el fondo de nuestro corazón, es dejarnos llevar por la intuición, y percibir los sutiles cambios de la naturaleza.

El elemento agua está relacionado con la inspiración espiritual, con la meditación, los estados de trance y la imaginación creativa. La literatura , los cuentos y la pintura nos ayudan a entrar en contacto con el elemento agua, percibiendo la realidad de diferentes maneras.

Cuando despertamos a los seres elementales de las aguas en nuestro interior, estamos creando un lago mágico al cual acudir a pedir deseos, hacer consultas, pedir orientación mágica y espiritual; enfrentar a los monstruos que duermen bajo el agua y observar nuestro reflejo. Las personas con un fuerte énfasis de agua, son del tipo sentimental y son muy sensibles. Sus vidas imaginativas y emocionales son ricas y profundas.

Signos de Agua: Cáncer, Escorpio y Piscis.

Los estados o cualidades de los elementos

Cada uno de los cuatro elementos tiene tres estados o cualidades, llamados respectivamente: cardinal, fijo y mutable.

Podemos considerar las propiedades físicas del agua como una analogía: aquí también, los elementos químicos se presentan en varios estados. El agua, por ejemplo, es líquida en su estado habitual real. Visto astrológicamente este sería el estado cardinal. Cuando se congela, toma una forma sólida, astrológicamente este correspondería al estado fijo. Cuando se calienta, se transforma en vapor, comparable al estado mutable en astrología. En el horóscopo individual, el emplazamiento de los planetas en signos cardinales, fijos y mutables, también revela rasgos básicos de la personalidad.

Cardinal: Las personas con un énfasis en signos cardinales, tienen la urgencia de tomar la delantera y dar forma a las cosas. Son iniciadores y actúan de acuerdo a sus fines y objetivos. Tienen gran impulso y energía.

Signos cardinales: Aries, Cáncer Libra, Capricornio.


Fijo: Las personas con un énfasis en los signos fijos, tienen el deseo de construir sobre lo que ya existe, y de organizarlo más eficientemente. Tienden a preservar un "status quo" y actúan en respuesta a las circunstancias dadas.

Signos fijos: Tauro, Leo, Escorpio y Acuario.


Mutable: Con énfasis en los signos mutables, se tiende a buscar el cambio y la renovación. Pueden reemplazar fácilmente una cosa por otra, y alinear sus acciones con procesos de desarrollo.

Signos Mutables: Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis

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